Epson Stylus Pro 9900 vs 9890 ¿Vuelve Epson al Ultrachrome K3 ™?

Cuando apareció el modelo de impresora en gran formato Epson Stylus Pro 9900 en la versión de 44 pulgadas (112cm.), o la 7900 en la versión de 24 pulgadas (61cm.), significó un gran paso adelante ya que por primera vez permitía el cambio automático de negro mate a negro foto, dejando atrás el derroche de tinta y engorroso trabajo que comportaba el cambio manual. Así se eliminaba la necesidad -que muchos profesionales habíamos adoptado- de dedicar máquinas distintas a cada uno de los soportes a imprimir, fuera mate o brillante.Esta característica tan significativa y largamente solicitada por los profesionales de la impresión a los desarrolladores de Epson, comportaba la inclusión de un nuevo cabezal de impresión, que mejoraba sustancialmente  la velocidad, con gotas aún más minúsculas y con once canales de tinta. Sí, sí, once matices de tintas!!! Esta vez incorporaban dos matices de tinta más, Naranja y Verde para mejorar y aumentar la gama tonal a imprimir.
En mi opinión, la incorporación de esos dos matices ofrecían más inconvenientes que ventajas, ya que a mayor número de matices de tinta, mayor número de veces que la máquina necesitará de nuestro mantenimiento para que continue funcionando. Evidentemente que estoy a favor de la investigadión y el desarrollo de nuevas ideas, pero con el afán de innovar, a veces se proponen “soluciones” poco sostenibles. Puestos a soñar en ideas locas, también podríamos diseñar unas máquinas, que por ejemplo pudieran imprimir en metalizados Pantone®. Con toda seguridad, eso sería posible técnicamente, pero insostenible y poco práctico para la mayoría de trabajos.

La realidad es que las impresoras  –que no plotters, que algunos, así insisten en llamarlos- Epson Stylus Pro, son tan robustos y producen una calidad de impresión tan elevada desde la aparición de las legendarias 9600/7600, que si no lanzaran alguna de esas “novedades” o “mejoras” cada dos/tres años, seguramente sus ventas se verían en franca disminución.

Los inicios de la impresión piezo eléctrica de Epson, fue lógicamente con cuatro tintas: Cyan, Magenta, Amarillo y Negro, con colorantes base agua. Este juego de tintas proporcionaba una gran fidelidad de color, pero tenían el gran problema que los colorantes no resistían el contacto directo con el agua y se decoloraban con suma rapidez por la simple exposición a la luz. Paralelamente, Epson tenía otro tipo de impresoras que utilizaban pigmentos en lugar de colorantes base agua, las cuales se utilizaban para cartelería y publicidad, en las que la fidelidad de color era comprometida o difícil de conseguir, pero la permanencia que proporcionaban los pigmentos era mucho mayor.

 A principios del 2002, aparecieró una gran novedad que revolucionó el mercado:  la Epson Stylus Pro 9600/7600 que incorporaba las posteriormente aclamadas tintas Ultrachrome™ –con pigmentos en base agua-  que proporcionaban una amplia gama tonal y fidelidad de color además de una permanencia superior a los 75 años. Dichas tintas, además de la base CMAN, incorporaron un Cyan Claro, un Magenta Claro además de un Gris Claro para mejorar las imágenes blanco y negro, haciendo un total de siete tintas. La incorporación del Magenta Claro y Cyan Claro estaban justificados por la “limitación” del tamaño mínimo de gota que la impresora podía producir. Ya que con un matiz más claro de un color determinado, cabian más cantidad de micro gotas en un área determinada de la impresión, producía así unas transiciones más ricas y suaves en esas áreas. La incorporación del Gris Claro también se justificó por la mejora de las áreas más claras en imágenes blanco y negro.
Posteriormente, aparecieron los modelos Epson Stylus Pro 9800/7800 que incorporaron otro gris, el Gris Claro Claro (Light Light Black) para mejorar sensiblemente la neutralidad de reproducción en imágenes blanco y negro, y se cambió la “formula”/nomenclatura del Magenta por Vivid Magenta. Este juego comportaba el uso de ocho tintas y según mi modesta opinión es el mejor en el balance calidad/sostenibilidad posible hasta ahora. Este set de tintas se denomina Ultrachrome K3™. En realidad cuando imprimipos una imagen blanco y negro, en escala de grises y tono neutro, estamos utilizando una impresora de ocho tintas (once tintas, en el caso de la 9900/7900), para solo utilizar tres tintas Negro/Gris.

 Mi “queja” en la aparición de los modelos Epson Stylus Pro 9900/7900 fue la incorporación de dos matices más de tinta, para complicar aún más el mantenimiento del estoc. Estas nuevas tintas eran el Verde y el Naranja. Por otra parte, no significaba ninguna novedad, ya que el verde y el naranja ya se habían utilizado en los inicios de la impresión inkjet cuando la tecnología no estaba suficientemente avanzada. El set completo de esas nuevas tintas tomaban la denominación de Ultrachrome HDR™ (alto rango dinámico). Yo nunca he creido en el “alto rango dinámico” que esas supuestas nuevas tintas proporcionaban, ya que para mí la tinta Naranja no dejaba de ser una mezcla de amarillo/magenta y la tinta Verde una mezcla de amarillo/cyan. Más bién he creido que, aunque podían mejorar sutilmente algunos matices, ese juego de tintas era más fruto de una estrategia comercial promovida por algún master de márketing que una mejora significativa a aceptar.

Desde el punto de vista de impresor profesional, creo que una impresora debería ser capaz de imprimir el máximo número de colores discernibles por el "limitado" ojo humano, con el mínimo número de tintas para que su mantenimiento fuera sostenible. El aumento injustificado del número de matices/tintas en un afán de conseguir una supuesta mejora de calidad, sólo nos trae complicaciones de estoc. El coste de un cartucho de 700ml. es de unos 200,00 euros, lo que eleva a la nada desdeñable cantidad de 2.200,00 euros el coste de un juego completo de tintas de repuesto.
No olvidemos que esas sofisticadas máquinas, con la totalidad de sus cartuchos al 100% de su capacidad que, –por ejemplo- se queden sin una gota de tinta naranja, o que el chip defectuoso de un cartucho, comunique a la máquina que el cartucho está vacio, cuando en realidad está nuevo a estrenar; esa sofisticada máquina sea totalmente incapaz de funcionar.
Estas son las dudas que nos planteamos cuanto aparecieron las flamantes 9900/7900. ¿Valía la pena deshacerse de las impresoras dedicadas a cada tipo de soporte mate/brillante para actualizarse a una sóla máquina que realizara el cambio automático de Negros? Nuestra respuesta fue no. No mientras tuviéramos que aumentar nuestro estoc a esas nuevas mezclas de cyan/amarillo/magenta, ahora llamadas Naranja y Verde (High Dinamic Range).

Ahora, justo ahora, Epson ha lanzado una “nueva” impresora. Parece que Epson ha escuchado a los que opinaban como yo mismo y acaba de lanzar al mercado la “nueva” Epson Stylus Pro 9890.

 En realidad la impresora es la misma que la 9900, pero eliminando la tintas Naranja y Verde. Ignoro lo que habrán hecho en el cabezal con los canales del Naranja y Verde, -¿dejarlos inutilizados?, ¿usarlos duplicadamente para Magenta Claro y Cyan Claro?- La nueva impresora ha vuelto al set de ocho tintas Ultrachrome K3™. Aunque este modelo es posterior al 9900, Epson no se ha atrevido a darle un número posterior, sinó que se ha limitado a darle una numeración anterior y confusa: 9890.

Supongo que este hecho, no supone necesariamente un abandono del set de tintas HDR y la vuelta al K3 a corto plazo, pero creo que es un hecho importante del que se pueden sacar algunas conclusiones de donde estamos y a dónde vamos.

por Jesus Coll, printmaker de GraficArtPrints